La ministra Celaa burguesa roja que viste como Carolina Herrera, al afirmar que los hijos no pertenecen a sus padres, está diciendo que pertenecen al Estado como en la extinta URSS reclamando el derecho a imponer el adoctrinamiento, incluso contra la voluntad de sus progenitores.
El stalinismo, el nazismo y, en cierta medida, el franquismo, ya hicieron durante sus regímenes lo que están imponiendo ahora los socialistas del gobierno de España. La razón es que esos regímenes y otros movimientos de izquierda prefieren la igualdad a la libertad porque de esa manera ellos dominan, someten e imperan.
Si ahora permitimos que el Estado se autoproclame educador único de nuestros hijos y nietos, enseñándoles en las escuelas lo que les enseñan, en algunos casos clases de masturbación, de sexo prematuro y de sometimiento a los criterios e ideas totalitarias, entonces el país morirá todavía un poco más y perderá la poca vida digna y decente que le queda.