La Tiranía del Miedo

Nuestro mundo está siendo conducido hacia la peor de las tiranías, de manera consciente y con el objetivo de crear tanta inseguridad, miedo y desconfianza que el hombre se amilane y se arroje en brazos del Estado, pidiendo protección. Esa es la ruta hacia el Nuevo Orden Mundial (NOM), donde un gobierno invencible se dedicará a pastorear al rebaño humano, inseguro, acojonado y paralizado por el miedo.

El miedo paraliza y esclaviza, pero el combate contra el mal enaltece y eleva al ser humano

Frente a la gran conspiración de las élites mundiales que quieren conducirnos a la esclavitud a través del miedo, debemos recordar la frase del subcomandante Marcos: «Uno es tan pequeño como el miedo que siente y tan grande como el enemigo que elige para combatirlo».

Antes, los hombres temían a los gobiernos tiránicos y a los dictadores asesinos, pero hoy temen al futuro, al mundo que les rodea, cada día más amenazante, inseguro y terrorífico. La tesis de Thomas Jefferson, cuando dijo que si los gobiernos temen a la gente, hay libertad, pero cuando la gente teme al gobierno, hay tiranía, se ha quedado anticuada porque ahora las cosas se han complicado y el tirano es invisible, se ha vuelto abstracto y está envuelto en miedo. Miedo al mundo, a las pandemias, al terrorismo, a la ruina económica, a los desastres naturales, al cambio climático, al avance islamista, a los nacionalismos, a la expansión china y el peor de todos, a los políticos que nos gobiernan, a los que ya no sabemos si considerar enemigos, canallas o salvadores.

Llevan décadas convenciéndonos, con la eficaz colaboración de periodistas y expertos, de que el mundo es extremadamente peligroso, que vivimos rodeados de amenazas y que nuestro horizonte es el apocalipsis. Para inyectarnos el miedo en las venas han engañado, mentido, simulado y hasta realizado operaciones falsas de terrorismo sin otro fin que propagar el miedo que paraliza y convierte al hombre en ganado asustado.

Quieren convencernos de que el hombre es esencialmente malo y que es «lobo para el hombre», a pesar de que hay tantas o mas razones para pensar que el hombre es sustancialmente bueno y que podría ser mucho mejor si fuera educado para el bien, en lugar de serlo para la maldad.

El resultado son sociedades propensas a la neurosis, asustadizas, psicológicamente vulnerables y dispuestas a soportar los abusos de poder, a cambio de una idea de seguridad que es falsa y tan engañosa como la percepción de peligro que la origina. Cada vez nos mueve más el miedo y menos la ambición. El miedo nos castra y nos arrebata la libertad, que es el bien más preciado de la raza humana y el que nos ha hecho grandes.

La enorme conspiración del miedo que está transformando el mundo y que está entregando todo el poder a las élites ciegas de ambición no habría sido posible sin la sucia y canalla colaboración de los periodistas y sus editores, entregados al poder y traidores del pueblo, al que tenían el deber de informar y al que han dejado abandonado en la ignorancia, mintiéndole y privándole de las certezas que necesitaba para seguir avanzando en la Historia.

Desde la soledad insegura que produce el miedo, conviene recordar la frase que repetía el viejo Sandro Pertini, ex presidente de Italia: «La medida de un hombre es la de su enemigo». Si eliges luchar contra las élites que controlan el mundo, eres tan grande y poderoso como ellos.

El panorama es terrible porque cada día ganan mas espacio los canallas y estamos más acorralados los luchadores de la resistencia. Estamos perdiendo la guerra de la libertad y cada día estamos más cerca de la tiranía del miedo.

Unámonos a la Resistencia

España está siendo Domesticada

España es el único país del mundo que está siendo domesticado a base de acumular agresiones, arbitrariedades, injusticias y abusos desde el poder, uno encima de otro, hasta que la montaña de excrementos nos asfixie y nos haga esclavos.

En los últimos meses, salimos casi a tres escándalos por semana de media, lo que tiene un efecto aletargante en la sociedad, que en lugar de rebelarse ante tanto abuso e iniquidad, se habitúa a las suciedades y desmanes del gobierno y se conforma cada día más, como si no tuviera el deber de defender las libertades y derechos conquistados.

Pero el escándalo mayor de todos es que España no se defiende de la agresión brutal que representa el sanchismo en el poder. Instituciones que deberían responder paralizando la destrucción de la nación, como la Monarquía, el poder judicial o las Fuerzas Armadas permanecen paralizadas, quizás porque no saben que hacer ante un gobierno como el de Sánchez, osado, descarado y desenfrenado a la hora de destrozar el país.

Descubrir cada día la suciedad del Estado y la bajeza ética de la clase dirigente es muy duro para un pueblo y justifica cualquier reacción indignada para limpiar el país de corruptos y sinvergüenzas. Afirmar, como hizo el viejo rey en su discurso de Navidad, que la ley «es igual para todos», no sólo es una mentira indecente, sino también una estafa antidemocrática.

Los españoles no sabíamos que los políticos llevan décadas cobrando dobles y triples sueldos, ni que algunos de esos sobres podrían ser de dinero negro ilegal. Tampoco sabíamos que las grandes empresas daban dinero a los partidos políticos para recibir, a cambio, contratos públicos. No teníamos ni idea de que se compraban las subvenciones, ni que el dinero para fomentar el empleo se lo repartían entre algunos socialistas y sindicalistas en Andalucía para pagar comilonas y prostíbulos o que algunas familias de la elite se han hecho multimillonarias gracias al poder político y a su influencia en el gobierno.

Y lo peor es que todo indica que apenas atisbamos a ver la enorme montaña de excrementos que se oculta bajo las alfombras de eso que llaman Estado. Las estadísticas de la corrupción mundial han demostrado que el 90 por ciento de la corrupción jamás aflora y nunca llega a conocerse.

Si sabemos ya que los grandes partidos políticos, por el número de causas de corrupción abiertas y en investigación, habrían sido precintados y declarados ilegales por asociación de malhechores, si no tuvieran tanto poder y si no tuvieran a la Justicia bajo control. Salvó ETA, no existe en España otras asociaciones con tantos delitos a su cargo ni tantas sospechas de delincuencia como los grandes partidos, desde el PP hasta el PSOE, sin olvidar a los traidores y antisociales partidos nacionalistas.

No sabíamos que las promesas hechas en campaña electoral son burdas mentiras, ni que los partidos políticos pueden nombrar a dedo jueces y magistrados. Tampoco sabíamos que los políticos y sindicalistas podían saquear las cajas de ahorro sin tener que devolver lo robado y sin pisar la cárcel o que las perdidas de la banca se socializan pero los beneficios solo les pertenecen a ellos.

Un día quizás descubramos que el gobierno español lleva décadas espiando a sus ciudadanos que muchos de los violentos que convierten las manifestaciones en campos de batalla son agentes provocadores a sueldo o gente lumpen pagada por el gobierno o por partidos para que generen violencia y desacrediten a los movimientos de protesta. Lo descubriremos con horror, pero sin que ocurra nada porque seguiremos instaurados en la desidia y cobardía social.

Nuestro subconsciente sabe que estamos en manos de gente malvada que nunca debería haber llegado al poder, pero nuestro consciente se niega a admitirlo porque asumir esa verdad terrible nos obligaría a tomar posiciones alzandonos contra los canallas y sinvergüenzas que han convertido el poder y el Estado en una inmunda pocilga.

Nuestra mayor debilidad como ciudadanos y como demócratas es que ni siquiera sabemos quien está mandando de verdad, a quien o a quienes obedecen nuestros políticos y contra que o contra quienes luchamos, mientras que los poderosos saben muy bien que el pueblo libre es su enemigo y que los que piensan y son rebeldes deben ser neutralizados, la carne de cañón solo vale para engordar su poder y riqueza o reventarla en su protesta.

Nuevo Orden Mundial “NOM”

Estamos en guerra, pero es una guerra de nueva generación, donde los misiles y los cañones han sido sustituidos por las noticias, las imágenes, los artículos, los bulos y los argumentos. Es la guerra informativa. Quien domine la información dominará la presente y futuro. . El mundo está infectado por datos, informes, imágenes y noticias que en realidad son armas de destrucción social perfectamente dirigidas.

Hemos dado a los políticos demasiado poder y ellos nos están cambiando el mundo, la dictadura mundial ya es un hecho, pero, por el momento, funciona a medio gas, sin dar la cara por completo sin descubrirse y no en todos los países del planeta, gestionada por peones-sicarios del Nuevo Orden Mundial “NOM” que, fieles a las élites globalistas desarrollan la primera fase de esta guerra mundial, la «fase informativa», cuyas armas son las mentiras y los bulos y cuyo principal objetivo es crear suficiente confusión, incertidumbre y miedo en las sociedades para que la tiranía que se prepara sobrevenga sin demasiada resistencias y traumas.

EL objetivo es anular la capacidad de discernir del ser humano, que, agobiado por la inflación de mensajes y la proliferación de mentiras, carece ya de certezas y es capaz de creer cualquier cosa y, lo más importante, de permanecer indiferente ante crímenes y abusos del poder perpetrados por las élites mundiales, que quieren cambiar el mundo y llevarlo hacia la tiranía sin que nadie se resista a esa terrible brutalidad.

En España, donde el gobierno de izquierdas que preside Pedro Sánchez ha alcanzado niveles casi inigualables de falsedad y mentira en esta guerra de información, la batalla es de una gran dureza y la está ganando el gobierno gracias al empleo masivo de dinero público para comprar medios de comunicación, periodistas y profesionales de la falsedad y el engaño. La victoria gubernamental se traduce en pérdida de derechos y libertades, el imperio de la mentira y retroceso del país en casi todos los ámbitos, sobre todo en economía y ética.

La segunda fase de la guerra traera el caos. El mundo, dirigido secretamente desde los palacios del poder y por los peones del “NOM”, se tornará inseguro, insalubre y tan poco acogedor que los ciudadanos más débiles temerosos, ciegos y acobardados aceptaran una intervención autoritaria del Estado para acabar con la inseguridad y el desconcierto.

La tercera fase será ya la instauración, prácticamente en todo el planeta, de la nueva normalidad, un sistema dictatorial al estilo chino, con economía capitalista, dominado por la disciplina, la represión y el orden, impuestos por un Estado todopoderoso, dirigido por los peones del “NOM”, todos ellos obedientes a las élites oscuras y ocultas que acumulan el poder, el dinero y los recursos.

Aquellos países de que se resistan al nuevo orden serán tolerados, pero sólo en apariencia, porque serán asfixiados económicamente y aislados hasta que abran sus puertas a la tiranía global.

Ese es el maquiavelico proyecto que se abre paso en el mundo, descaradamente apoyado por el viejo comunismo, la masonería, las huestes de la izquierda y otras sectas llenas de ambición y ansias de poder, aliadas con el más oscuro y rancio capitalismo de las élites que ya tenían el vasallaje de una derecha apesebrada y temerosa de cualquier acción, unos y otros unidos en una causa común, acabar con los cada vez más escasos disidentes que aun proclaman la libertad y dignidad del hombre, El nuevo orden necesita terminar por ello con la democracia, un sistema que consideran inseguro e incapaz de garantizar la estabilidad y disciplina que según ellos el mundo necesita, para controlar su población, hacer negocios y prosperar.

Elementos básicos que aun hoy forman parte de nuestras vidas, como la Justicia independiente, los derechos humanos, y la aparente libertad elegir en parte a nuestros representantes, están en declive y en vías de ser controlados y posteriormente anulados; No tienen cabida en el mundo del “NOM”, donde son las élites las que decidirán quien gobierna y quien tiene derechos de primera, segunda….. o simplemente quien no tiene derecho alguno pues también serán ellos quien de una u otra forma decidan quien existe y quien no.

No les quepa duda de que este no es un artículo conspiranoico, sino veraz y precursor de lo que se avecina. Es un retrato fugaz del nuevo mundo brutal que se está gestando ante nuestras narices y que pronto llamará a nuestras puertas con estruendo hasta derribarlas por completo y nos lo tendremos bien merecido pues “No hay más ciego que aquel que no quiere ver”.

 

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La escoria quiere «Tumbar el régimen»

Bildu, el partido heredero de ETA y socio del gobierno que integran PSOE y Podemos, afirma que llega a Madrid para «tumbar definitivamente el régimen».

La afirmación ha sorprendido a los ingenuos de la oposición, que al parecer no se han dado cuenta de que ese es el mismo objetivo que comparten el nuevo PSOE de Pedro Sánchez, Podemos, Izquierda Unida, ERC y otros partidos independentistas coaligados con el actual gobierno socialista-comunista.

En el pleno del Parlamento vasco del jueves 12 de noviembre, los batasunos se han jactado de sus acuerdos en el Congreso y han advertido de que sus planes no se limitan al ámbito presupuestario. Porque si están en Madrid, ha afirmado el parlamentario Arkaitz Rodríguez, es para «tumbar definitivamente el régimen».

La declaración de intenciones de Bildu no es nueva, pero sí cobra una especial relevancia por el contexto en el que se produce, un día después de que Arnaldo Otegi confirmara el «sí» de su partido a los Presupuestos estatales y poco después de que el diputado de Bildu Oskar Matute dijera en el Congreso «Hoy no acaba nada, hoy recién empieza todo».

¿Qué significa «tumbar el régimen»? El único significado correcto es acuchillar las leyes, la libertad y la democracia hasta que la España que nació tras la muerte de Franco sea tan cadáver como el.

La oposición de derecha se muestra sorprendida ante la idea de tumbar el régimen, pero con esa sorpresa solo demuestra su ingenuidad y torpeza porque el gobierno de Sánchez lleva ya más de un año tumbando el régimen, día tras día.

Tumbar el régimen es asesinar la democracia, tal como el gobierno de Sánchez está haciendo. Tumbar el régimen es colocar como Fiscal General a un miembro del PSOE, plenamente controlado por el partido, como Dolores Delgado. Tumbar el régimen es arruinar conscientemente el país para construir sobre sus cenizas un Estado totalitario comunista-bolivariano, plenamente incompatible con la democracia. Tumbar el régimen es mentir, engañar, establecer la censura, hipertrofiar el Estado, llenándolo de enchufados a sueldo, endeudarse hasta convertir a nuestros hijos y nietos en esclavos, despilfarrar, gestionar la pandemia con incapacidad y negligencia, sembrando el país de muertos, utilizar los recursos del Estado en beneficio propio, no para el bien común, Tumbar el régimen es aliarse con partidos enemigos de España y convertir la permanencia en el poder en el principal objetivo del gobierno.

Tumbar el régimen es privar a España de objetivos y metas comunes, alimentar a los separatistas y necionalistas radicales, romper la igualdad constitucional beneficiando a unas autonomías sobre otras, perseguir y castigar a las regiones gobernadas por la oposición, al mismo tiempo que se beneficia a las que son amigas, pretender dominar la Justicia, anular y doblegar la sociedad civil, llenar España de colas del hambre, subir los impuestos y cobrarlos a las clases medias y trabajadoras, no a los ricos, como dicen, espantar a las empresas y a los inversores para que España se hunda económicamente y otras muchas fechorías, típicas de sistemas totalitarios y de dictaduras marxistas, todas ellas fracasadas en la Historia y creadoras de hambre y esclavitud.

Cuando un partido como BILDU, que sigue impregnado de odio a España y de adoración por los terroristas vascos que llenaron el país de sangre con sus crímenes, dice que acude a Madrid para «tumbar definitivamente» el régimen sabe lo que dice, como también los sabe Pedro Sánchez, empeñado en lograr ese asesinato del sistema español de libertades y derechos al que llamamos democracia.

Cuando la oposición se sorprende y escandaliza cuando un aliado del PSOE y Podemos grita que llega para «tumbar definitivamente el régimen», solo demuestra su ingenuidad y torpeza suicida porque delante de sus propias narices, desde hace más de un año, el régimen consagrado por la Constitución Española de 1978 está siendo asesinado por el actual gobierno, sin que, por desgracia para España y sus ciudadanos, nadie reaccione y detenga el crimen, ni los partidos políticos, ni los jueces, ni los periodistas, ni las fuerzas armadas, ni la policía, ni la guardia civil, ni las instituciones del Estado creadas para defender a España, ni siquiera la jefatura del Estado, ocupada por un monarca que parece ser indiferente ante la funesta conspiración antiespañola en marcha.

Francisco Rubiales

¿Es la España actual un estado fallido?

España empieza a ser calificada en algunos ambientes internacionales como un Estado Fallido, lo que nos perjudica seriamente, poniendo en peligro nuestra relevancia en la Unión Europea y cerrando las puertas de inversiones vitales para nuestro desarrollo económico.

La gran pregunta es si tienen o no razón quienes así piensan ante el cúmulo de problemas actuales de nuestra maltrecho Pais.

Estamos a las puertas del hundimiento económico, fracasamos estrepitosamente en la gestión del coronavirus, vamos camino de la ruptura independentista, se instaura el acoso y derribo a la monarquía, padecemos un gobierno escasamente democrático con enfrentamientos continuos entre Ejecutivo y Justicia, etc.

Ante semejante despropósito de país, se está produciendo un cada vez más profundo distanciamiento y desprecio creciente de los ciudadanos a su clase política, dando la razón, por tanto, a quienes piensan que España podría definirse actualmente como un Estado Fallido o en vías de serlo, un país desgraciado, roto, mal gobernado y en manos de los peores gestores posibles.

Los ciudadanos cada día estamos más convencidos que el gran problema de España es su clase política, probablemente la peor de Europa y una de las peores del mundo, una despreciable partitocracia compuesta por arrogantes miserables, corruptos, totalitarios y necios, que están conduciendo a nuestro país hacia la ruina y el fracaso.

Cualquier español decente y honrado no tiene hoy sitio en las filas de los partidos que gobiernan o en los viejos partidos de siempre, los más corrompidos e imposibles de ninguna regeneración.

Aun con todo, España no es como nos ven desde Europa “un Estado Fallido”, sino una gran nación en manos de unos psicópatas ineptos. Pero no olvidemos que fuimos nosotros quienes de una u otra forma los colocamos allí, dejando que se apoderan de nuestras vidas. Ahora toca realizar tabla rasa, pues la madera está tan carcomida que es inútil todo intento por sanearla.

la clase política es el peor de los problemas de España. Es la impulsora de corrupción, de la cobardía, de la manipulación, del independentismo, de la ruptura de la igualdad, violadora de la Constitución y generadora de continuos problemas y escándalos que han minado el alma de nuestra nación, convirtiendo al país en lo que hoy es, un grave problema ante Europa, un país casi fallido y podrido hasta sus entrañas.

Nuestra propia Constitución, en teoría garante de derechos y libertades, que fue en su momento ejemplo y esperanza de un pueblo ilusionado por el renacer democrático, es hoy un puro fiasco, una constitución prostituida y manejada por sinvergüenzas agrupados en partidos de estructuras mafiosas, que pugnan por convertir nuestro país en un lupanar, donde ellos sean los reyes de un burdel en el que muchos repudiados hijos se reencontrarán de nuevo con sus madres.

Mientras esto ocurre, España continúa sumida en una degradación que parece no tener límite, un desolador panorama dominado por la bestia bicéfala de Sánchez e Iglesias, y sus cancerberos, reclutados entre la peor calaña y escoria de la política degradada.

Junto a ellos unas huestes socialistas cobardes, apesebradas cada vez más alejadas de la democracia, rescatando viejos fantasmas del marxismo, mientras reabren heridas de un pasado de odios rencores y olvidadas guerras.

Peor aun que ellos lo son la escoria comunista totalitaria y cobarde, amiga del terrorismo asesino de ETA, valedores de la basura independentista, cargada de traición ponzoña y odio por todo lo Español.

Y frente a ellos una mal denominada derecha, avergonzada y temerosa, dirigida y manejada por los de siempre, preocupados únicamente por callar vergüenzas y mantener privilegios.

En tierra de nadie, agazapados siempre al acecho oportunista, están los saqueadores de muertos, viles cobardes y traidores siempre dispuestos a venderse al mejor postor a cambio de la carroña de sus despojos.

Pero no es cierto que existan únicamente esas dos Españas. Hoy hay tres: las por ellos fabricadas de izquierdas y derechas, caduca y rancia, y la tercera, la real y más importante, la del pueblo hastiado de sus políticos, Una Tercera España plenamente consciente de que esas mafias llamadas partidos, sin altura, grandeza ni mérito alguno, son las culpables de casi todos los males de nuestra patria, desde los enfrentamientos al avance de la pobreza, desde la violencia al desánimo y falta de esperanza, desde la ruina económica a la debacle sanitaria y su reguero de cadáveres.

Esa ponzoña política ha hecho tanto daño a la nación que lo sorprendente es que España siga viva. Han comprado medios de comunicación, convirtiéndolos en propagadores de mentiras y enemigos de la verdad, han prostituido las leyes, maniatado y politizado a jueces, domesticado a fiscales y convertido el Congreso y el Senado, en rediles de siervos obedientes y bien pagados carentes de capacidad y pensamiento propios que simplemente ladran o rebuznan según marquen las consignas de sus amos.

Y a nosotros, El Pueblo, nos han engañado empobrecido y enfermado, desanimándonos, hasta el punto de privarnos de todo espíritu de lucha, de toda ilusión de toda esperanza y meta común.

Estos canallas han vomitado tanto mal que merecen prisión, incluso para aquellos que no han robado y se han mantenido al margen de la corrupción, culpables también por guardar un cobarde silencio cómplice mientras sus compañeros de filas saqueaban la riqueza del país, colocaban a sus familiares y amigos a sueldo del Estado, cobraban sobres en dinero negro y se atiborraban de privilegios inmerecidos y del dinero publico expoliado por impuestos abusivos o directamente robado a los parados y desfavorecidos.

Son carroña putrefacta, sepulcros blanqueados que arrasaron a su paso toda grandeza de España , cercenando la honradez, la decencia, la valentía, la sinceridad, el amor al prójimo y otros muchos valores sociales y patrios que conformaron el orgullo de ser Español y que fueron barridos cuando esta chusma de corruptos tomó el poder.

Pero no todo está perdido, poco a poco paso a paso, batalla a batalla, la tercera España va tomando conciencia despertando de su letargo, en algún momento, quizás no muy lejano, la sociedad se alzara contra la tiranía de sus políticos y todo este caos absurdo basado en la cobardía y la renuncia tocará a su fin. Los pies de barro del gigante serán quebrados y este caerá, reventado en mil pedazos.

Pero esta reconstrucción podría no ser tranquila ni pacífica teniendo que derramarse una vez más sudor, lágrimas y quien sabe si sangre para ser nuevamente una nación digna de hombres y mujeres libres y quienes al verlos exclame “Aquí esta España”

España un país de locos

 NOTA: He querido reiniciar las publicaciones en este blog, después del descanso de agosto (si puede llamarse así) reproduciendo un articulo de mi admirado maestro y amigo Francisco Rubiales, quien con saber y maestría el mejor que nadie nos dibuja una desoladora pero a la vez instructiva instantánea del momento actual invitándonos a la reflexión y toma de conciencia social… Disfrútenlo.

 

 

  Los políticos roban, mienten y empujan el país hacia el abismo, el jefe del Estado se queda quieto frente al caos, los militares agachan la mirada en sus cuarteles, los periodistas desinforman y se someten a los poderosos, los jueces son parciales y responden a influencias eternas inconfesables, el gobierno malgobierna, los ciudadanos soportan vejaciones, injusticias y esclavitud, los independentistas acuchillan a España y desobedecen las sentencias judiciales, el gobierno se rodea de partidos que odian a España y rechazan la democracia, los partidos políticos no respetan la democracia y no defienden el bien común, el dinero se despilfarra, la corrupción sigue galopando, el país está llene de ineptos con poder… En España nadie cumple con su deber.

El último mal ejemplo lo han dado los grandes empresarios del IBEX 35 arropando a un Pedro Sánchez que está arruinando España, cuando su deber es denunciarlo por su pésimo gobierno y por conducirnos hacia la ruina y el fracaso.

El gobierno está obligado a defender la nación y sus ciudadanos, pero se defiende a si mismo y su principal objetivo no es el bien común sino incrementar su poder.

Leyes inicuas, como las de género, que discriminan al hombre y benefician a la mujer, y las que protegen a los okupas, ladrones de viviendas con blindaje, entre otras muchas, siguen vigentes sin que nadie las anule o reforme.

De nada sirve en España que la opinión pública quiera algo si los partidos políticos quieren lo contrario. La voluntad popular vale menos que un excremento de perro en las calles. Mas de medio país grita «Sánchez vete ya», pero el inepto arrogante sigue en su puesto, indiferente al clamor. Otra parte importante de la sociedad exige que los comunistas incrustados en el gobierno sean expulsados del poder, pero ese deseo tampoco se cumple. En España prevalece siempre la voluntad de los poderosos sobre la soberanía popular, lo que convierte a esta nación en un estercolero.

No hay sociedad civil, ni organizaciones independientes al margen de la política, como exige la democracia. Hasta las universidades están controladas por el Estado, cuyo poder penetra en los ámbitos propios de la ciudadanía como las asociaciones, cofradías, fiestas populares, etc. España, que se proclama democracia, es una tiranía de hecho, tan autoritaria como Cuba o Venezuela, aunque por ahora sin represión sangrienta.

Los poderes básicos del Estado, que tienen que funcionar libre e independientemente en democracia, están sometidos al poder Ejecutivo y a los partidos políticos. Los diputados y senadores son muñecos de trapo manejados por sus partidos y el Congreso y el Senado, en lugar de ser templos del debate libre, son ridículas palestras para las peleas y para la obediencia ciega a las consignas y órdenes de los líderes.

Pero hay más ejemplos escandalosos de incumplimiento del deber: jueces sometidos y parciales, policías que cumplen órdenes inicuas, políticos divorciados del pueblo al que dicen representar, inspectores corrompidos, delincuentes con mucho poder instalados en los palacios y ministerios y la carrera política convertida en un refugio para arribistas, corruptos y rufianes.

Pero en todo este lamentable estado de suciedad y fracaso, quien incumple su deber de manera más vergonzosa y triste es el pueblo, que en democracia obligado a vigilar, criticar y controlar a los políticos, pero a los que, por dejadez y cobardía, les ha permitido convertirse en depredadores de la nación y del bien común, en ladrones y destructores de la libertad, la justicia y la democracia.

En España nada funciona correctamente. Ante los abusos de poder, las instituciones defensivas de Estado están paralizadas. Se recortan libertades y derechos, pero quienes deben vigilar e intervenir para que eso no ocurra, desde el rey a las fuerzas armadas, el defensor del pueblo y la Justicia, permanecen en silencio. Avanzamos hacia el empobrecimiento y crece espantosamente el número de desempleados y de personas atribuladas e inseguras, pero nadie mueve un dedo para defenderlas y evitar el colapso.

Algún día sonarán las trompetas de la regeneración y todo este caos absurdo dominado por la cobardía y la renuncia al deber deberá cambiar. Entonces los periodistas tendrán que aprender lo que es la verdad, los jueces descubrirán la Justicia, los políticos mirarán de frente al bien común y los ciudadanos tendrán que ser lobos vigilantes y activos, siempre dispuestos a que sus representantes, los políticos, no sean ladrones, despilfarradores, tiranos y canallas.

Pero esa reconstrucción casi nunca ha sido tranquila ni pacífica en la Historia. Con toda seguridad, España tendrá que derramar sudor, lágrimas y sangre para ser un día una nación digna de hombres y mujeres libres.

Francisco Rubiales

Publicado: en «votoenblanco.com»

Democracia Agonizante

Ir a votar ya no es garantía alguna de democracia, tenemos lideres que incumplen promesas, engañan y fraguan alianzas contra natura traicionando sus programas y a sus electores. La democracia tiene que ser el Imperio de la ley el orden y la verdad, valores todos ellos proscritos por la corrompida partitocracia actual.

El alma y razón de ser de la democracia es la confianza del pueblo en el gobierno y en las instituciones, pero es imposible que los ineptos y delincuentes revestidos de política generen confianza. Sin ella la democracia se torna en simple desgobierno de canallas, un suerte de fundamentalismo democratico.

Los políticos son los principales culpables del fracaso de la democracia. La han desnudado y pervertido hasta convertirla en algo irreconocible, un cónclave de ineptos ladrones arrogantes unidos en torno a unas siglas, banderas o colores, un aquelarre mafioso y endogamico donde la partitocracia se instaura como dogma de fe, anteponiendo sus propios intereses a cualquier otra consideración, Para ellos, la lealtad es únicamente hacia su propia persona y raza política. Son supremacistas dispuestos a todo por mantener el dominio y el poder a cualquier precio.

Si ellos son, sin duda, culpables, es el pueblo con su permisividad, el cómplice necesario. Los ciudadanos están permitiendo que la democracia sea asesinada por la clase política, protagonizando de ese modo uno de los liberticidios colectivos más aberrantes, estúpidos y peligrosos de la Historia.

Tendemos a olvidar prontamente los malos recuerdos. Es un natural sistema de protección y con ello cuentan las hienas y parásitos del poder, inoculando en la sociedad el germen destructor de un panfilismo mal llamado dialogante y pacifista por el que que millones de españoles aceptan llamar diálogo a lo que la historia siempre definió como traición y mal gobierno.

La intransigencia puede resultar mucho más racional que el diálogo si se convierte en la única respuesta social eficaz ante la opresión y el dominio. La intransigencia puede resultar vital para la supervivencia de una sociedad frente a quienes utilizan con falsedad el diálogo como forma de sometimiento.

El veneno de la permisividad social está tan eficazmente inoculado que en España es el pueblo quien teme al gobierno y nunca el gobierno quien teme al pueblo. Cuanto mayor es el Estado más control ejerce sobre los ciudadanos, teóricos dueños del poder, pero eficazmente reducidos a la obediencia mediante el miedo a perder trabajo y la subsistencia.

El inexorable camino al fracaso de la democracia encierra un gran peligro porque deja campo libre a los enemigos del pueblo. Al acecho están los totalitarios, ansiosos por crear un Estado carente de toda libertad, imponente y avasallador, controlado por ellos con mano de hierro. La libertad, los derechos y la propia ciudadanía se disolverán como un azucarillo, la democracia en su conjunto agoniza, un tétrico orden mundial amenaza con imponerse en un mundo donde el único poder será un Estado universal manejado por las élites más exclusivas e impunes.

El problema nunca puede ser parte de la solución, la caída en manos de los peores parece inevitable. No basta un simple cambio, ni una regeneración suave y parcial. El sistema al completo tiene que ser sustituido y es imprescindible reiniciar la democracia en su concepto primigenio, como gobierno del pueblo .

Popper dijo que la democracia no es tanto la elección del candidato, sino poder echarlo de manera rápida, sencilla y pacífica, aunque llegado el momento quizás no quede otra solución que hacer nuestra la máxima de Emiliano Zapata “ Si no hay justicia para el pueblo, que no haya paz para el gobierno”

De no producirse una auténtica revolución de ciudadanos indignados sólo queda esperar que los peores terminen de asumir por completo todo poder y que desde esas alturas nos aplasten.

Los Iglesias Turrión «Nuestros Ceaucescus Españoles»

Podemos nació arropada por el germen social del 15M. Miles de voluntades que anhelaban en su inexperiencia una imposible regeneración de la corrupta partidista y degenerada política española, pronto se adhirieron, pero un parásito profesional llamado Pablo Iglesias, un oportunista de verborrea fácil, se apoderó del partido y empezó a conducirlo hacia el desastre. Corría el año 2011.

Criado desde la infancia por quien militó en organizaciones terroristas, el delfín Iglesias fue amamantado con el resentimiento y odio por lo Español. Este Anibal de opereta juró su particular “odio eterno a los romanos” y no ceder hasta lograr el empeño al precio que fuese necesario.

Y aquí es donde arranca la verdadera historia de Unidas Podemos. El delfín Iglesias, a base de tertulias y apariciones en medios financiados por dictadores caribeños y extremistas musulmanes, emergió como estrella del populismo, dándole visibilidad y liderazgo a un incipiente y prometedor partido que pronto fue infectado por el totalitarismo y culto a su lider “el Hitler Rojo”, donde cualquier sospecha de crítica es respondida con purga y defenestración del disidente: Que le pregunten a Carolina Bescansa, Óscar Guardingo, Ramón Espinar, Luis Alegre, Íñigo Errejón… y el reguero de cadáveres políticos continúa.

La jeta (¿o el jeta?) de Pablete apareció por primera vez con su psicopática mirada perdida en las papeletas a las europeas de 2014, burlando la normativa electoral que solo contemplaba la inclusión de denominación, sigla y símbolo. El populista trilero de la política ya apuntaba maneras. Ese fue el gran despegue de la formación morada, logrando cinco escaños de 54 con el 7,98 % de los votos, lo que lo convirtió en el cuarto partido más votado de España. En octubre de ese mismo año alcanzaba el segundo lugar por número de afiliados, con 200.000, llegando a aparecer en algunas encuestas como el primer partido del país en intención directa de voto.

Con tan prometedor futuro y sus “Joseph Goebbels” moviendo a destajo la máquina mediática de la izquierda, llegaron las elecciones de 2015 y con ella la “Gran Marcha del Cambio” 100.000 “Camisas Negras” dispuestos a creer a pie juntillas cuanto el nuevo mesías, azote de la Casta, les dijera. Tras el y entre otros una desconocida Irene Montero tomó la palabra y cinco años después de aquella foto la pareja, también sentimental, tenía el control absoluto del movimiento. Habían nacido nuestros Ceaucescus Españoles.

Lo demás es historia conocida y no quiero aburrirles con la cronología de una muerte anunciada. Tras la explosión de júbilo por aquellos logros, la terca realidad se abrió camino, las caretas fueron cayendo, una tras otra, y Podemos entro en claro declive, casi a la misma velocidad que sus dirigentes se enriquecían y se codeaban con la Casta, de la que ahora formaban parte indisoluble. De nada sirvió que el comisariado político y su gestapo velaran por el Führer Iglesias, cuya decadencia era evidente. La debacle estaba en marcha el chiringuito hacía agua por todos lados. En sucesivos envites fueron perdiendo uno tras otro sus feudos y credibilidad. La suerte parecía estar echada y en estas reaparece en escena un PSOE comandado por otro narcisista ególatra mentiroso compulsivo que salva a Podemos de la situación, entregándole el gobierno en coalición. Dios los cría y ellos se juntan.

Y como no hay dos sin tres, surgió el Covid19 para dar poder absoluto a la bestia bicefala mas destructiva de nuestra democracia. El siguiente capítulo de esta lúgubre historia puede tristemente escribirse tras el otoño, para entonces las arcas estarán vaciás las promesas rotas, la sociedad enferma y arruinada y el país en lucha con sus micro reinos de taifas, devorando los despojos de lo que una vez fue una gran nación, ahora convertida en mendigo de una Europa que impondrá sus condiciones a la limosna y con ella vendrán los recortes a las pensiones, a los funcionarios a las ayudas sociales, recortes en el gasto público en sanidad, educación, en todos sitios, excepto para la omnipresente Casta de siempre, y vendrán también los impuestos abusivos y desproporcionados… Prefiero no seguir…..

No lo duden, atrincherado y protegido en su “Nido del Aguila” el Hitler Rojo dicta ya consignas y maquina una “solución final” para exterminar al partido socialista, lo que para unos fue la raza para otros es la Casta y su poder absoluto.

Ningún comunista que accedió al poder lo abandonó después por las buenas. Ojalá todo esto quede en una simple apreciación personal y articulo de un blog… los Ceaucescu debieran ser ya, por siempre, cosa del pasado.

LA NUEVA PANACEA ESPAÑOLA, EL INGRESO MÍNIMO VITAL

 

Es lógico que desde el principio algunos en este bicefalo y mal avenido ejecutivo quieran vender como propia la medida, pero las rentas de inserción no son algo nuevo ni mucho menos mágico cual Bálsamo de Fierabrás destinado a paliar todos los males y acallar conciencias, las existentes en las comunidades autónomas tienen el mismo objetivo que el tan cacareado Ingreso Mínimo Vital “IMV” otra cosa es que el gallinero político sea diferente o se apliquen correctamente haciendo llegar lo que simplemente debiera ser una ayuda (que no una subvención) a quienes verdaderamente lo necesitan.

La brecha social tampoco es algo nuevo que venga a descubrir y zanjar este iluminado gobierno salvador que soportamos, existe en mayor o menor medida en todos los países europeos, es más hace años que nos vienen advirtiendo que por ahí tenemos un agujero que hay que cerrar y esa advertencia siempre llega con independencia del cambiante color del paño gobernante.

La desigualdad en España es más acusada que en otros países europeos, existiendo una gran diferencia entre los hogares más pobres y la clase media y no como quieren hacernos creer entre en un reducido numero de ricos y el resto de la sociedad, aunque claro esto siempre viene a pelo para el rancio, caduco y trasnochado pero en potencia incendiario discurso social comunista actual.

Si los impuestos que pagamos están más o menos en linea con el resto de Europa esa pobreza extrema tiene que venir por algún otro sitio, bien por una política deficiente en la gestión tributaria y control del gasto bien por datos desvirtuados por una economía sumergida tan arraigada en España como lo estaba en el pícaro espíritu de nuestros Rinconete y Cortadillo.

Ese grueso de esta economía sumergida se encuentra endemicamente en ocupaciones de bajo valor y cualificación técnica, muchas veces es el empleador quien por los elevados costes salariales presiona al trabajador para aceptar esa situación, pero en otras es el propio asalariado quien busca un incremento de su retribución a cuenta de lo defraudado, igual sucede con profesionales que debieran estar encuadrados por su actividad como autónomos pero evaden mediante la economía sumergida los impuestos que ello implica

Con todo no quiero decir que dicha pobreza extrema sea inexistente pues los datos desgraciadamente demuestran lo contrario, si bien cabria analizar cuanta de ella y en que medida es real y cuanta es producto de un sistema que por injusto opresivo´ y populista propicia vivir de lo ajeno en un país en el que uno de sus deportes nacionales se basa en engañar al fisco dificultando sobremanera cualquier cualquier intento de reflejar fehacientemente la realidad.

Harina de otro costal es la aplicación de la medida pues debemos tener presente que si bien una sociedad esta moral y legalmente obligada a socorrer a quien lo necesita dicha ayuda debiera ser en una u otra forma revertida nuevamente a la colectividad concediéndose con carácter temporal y destinada unicamente a la reinserción laboral y social de quien la recibe y de esta forma pueda continuar sosteniendo al sistema del que puntualmente se beneficio, lo contrario es fomentar la cultura del subsidio que para muchos bastara como medio de vida abandonando toda expectativa de mejora perpetuando su propia marginalidad.

Es lo que expertos definen como “trampa de pobreza”, personas que se acostumbran a vivir subsidiadas y no buscan empleo, bien por miedo a perder el ingreso o bien y lo que es más preocupante porque simplemente no les sale rentable aceptar un trabajo al compatibilizar el ingreso mínimo vital con otros tipos de ayudas. Para otros incluso podría tratarse de la oportunidad para complementar su economía sumergida a expensas de los controles e impuestos que el resto de ciudadanos deberá pagar puntualmente para poder así financiar su anti social conducta.

El control y fiscalización de estas ayudas es por tanto de vital importancia pero desafortunadamente nos encontramos ante un “tabú político” no implantándose ninguna norma que permita a ejemplo regular la obligatoriedad de aceptar ofertas de trabajo siempre que estas sean factibles tanto en el ámbito privado como en el del servicio a la sociedad (trabajo para la comunidad), propiciando que todo el planteamiento anterior se mantenga y agrave considerablemente.

Capitulo aparte merece el análisis del efecto llamada que circula por la red que ademas de propiciar una nueva fuente de ingresos a las mafias del trafico de personas nos traerá sin duda una marea humana de nula cualificación laboral y por tanto con escasas o ninguna posibilidad de integración, movida unicamente por la promesa de acceder “al Mana Español” desconocedora que probablemente el poco pan que va quedando ni tan siquiera termine por alcanzar a los que ya dependen de el.

Después vendrán sin duda conflictos sociales con sus nuevos Mesias, nuevas caras para viejas historias en una triste y sempiterna partitura en la que solo cambiaran algunas notas mayores mientras la ensimismada orquesta no tome conciencia como tal de que son ellos quienes realmente interpretan la pieza

El tema como vemos no es baladí, y es mucho lo que nos jugamos en su desarrollo y aplicación estando por desgracia en manos del gobierno mas inepto e incapaz de nuestra historia reciente.

El paro y sus consecuencias sobre la economía es el factor decisivo critico y determinante de la pobreza y desigualdad. En los años con incremento del desempleo en España suben también y más que en otros países los índices de desigualdad, y a la inversa cuando se generan puestos de trabajo, caen dichos indicadores de pobreza, por eso abordar el IMV de forma aislada, sin tener en cuenta lo que se haga con la legislación laboral carece de sentido estando condenado todo intento al fracaso, máxime y como según adelantan los indicadores se vislumbra una demoledora crisis ya incipiente que nos situara en otoño a las puertas de un maquillado pero no menos real rescate con sus desastrosas consecuencias.

No es cierto como repite el mantra deapesebrados y voceros a sueldo del poder que la desigualdad se extienda con la derecha y disminuya con la izquierda. En realidad, si uno mira las series del Índice Gini que registra Eurostat y los propios datos del INEN y organismos oficiales apreciaremos fácilmente que es justo al contrario de como pretenden hacernos creer estando realmente dicha pobreza siempre ligada al paro y baja productividad económica.

Tomemos esta grafica como referencia desde 1995 a 2018 para verlo mas claramente.

Descartando toda defensa del régimen Franquista y unicamente como factor evolutivo, a su desaparición España registraba una tasa de paro del 3% (cercana al pleno empleo) con superávit de caja y deuda externa prácticamente inexistente.

Por contra tras un supuesto y exigible progreso de 45 años de gobiernos democráticos en este 2020 y si las previsiones del propio ejecutivo se cumplen rozaremos el 19% de paro con un 13,34% de déficit y una deuda externa del 115,5% y la cosa aun podría ir a peor. Parafraseando la improcedente altanería del vicepresidente Iglesias “ Cierre al salir”. Lo malo es que para entonces puede que ya no quede nadie dentro.

Ante tan desolador panorama quien suscribe necesita mantener la Esperanza repitiéndome que sin duda un verdadero sistema democrático (que no el nuestro) es la mejor forma de gobierno y cohesión social posible, factor de estabilidad y progreso económico pero sin duda algo no estaremos haciendo bien cuando nuestra evolución dista mucho de lo logrado en igual periodo de tiempo por el resto de países de nuestro entorno.

El caso español es por tanto un problema estructural, nuestro sistema de gobierno, la asignación de representatividad política de nuestra ley electoral unido al sistema de gestión autonómica propicia el aumento estéril y descontrolado del gasto publico, desviándose cuando no malversando recursos que debieran estar destinados a la creación de riqueza y por ende empleo. Súmenle a la ecuación un sistema tributario injusto y mal diseñado que se ceba en el ahorro y dificulta la inversión y tendrán un cóctel casi perfecto del despropósito, para finalizar añadan unos toques de fracaso educativo y remuevan todo ello bien con la mezcla de separatistas, populistas, terroristas y demás “istas” dispuestos a romperle en los morros el vaso a la menor oportunidad. El veneno esta servido, buen provecho.