Podemos nació arropada por el germen social del 15M. Miles de voluntades que anhelaban en su inexperiencia una imposible regeneración de la corrupta partidista y degenerada política española, pronto se adhirieron, pero un parásito profesional llamado Pablo Iglesias, un oportunista de verborrea fácil, se apoderó del partido y empezó a conducirlo hacia el desastre. Corría el año 2011.
Criado desde la infancia por quien militó en organizaciones terroristas, el delfín Iglesias fue amamantado con el resentimiento y odio por lo Español. Este Anibal de opereta juró su particular “odio eterno a los romanos” y no ceder hasta lograr el empeño al precio que fuese necesario.
Y aquí es donde arranca la verdadera historia de Unidas Podemos. El delfín Iglesias, a base de tertulias y apariciones en medios financiados por dictadores caribeños y extremistas musulmanes, emergió como estrella del populismo, dándole visibilidad y liderazgo a un incipiente y prometedor partido que pronto fue infectado por el totalitarismo y culto a su lider “el Hitler Rojo”, donde cualquier sospecha de crítica es respondida con purga y defenestración del disidente: Que le pregunten a Carolina Bescansa, Óscar Guardingo, Ramón Espinar, Luis Alegre, Íñigo Errejón… y el reguero de cadáveres políticos continúa.
La jeta (¿o el jeta?) de Pablete apareció por primera vez con su psicopática mirada perdida en las papeletas a las europeas de 2014, burlando la normativa electoral que solo contemplaba la inclusión de denominación, sigla y símbolo. El populista trilero de la política ya apuntaba maneras. Ese fue el gran despegue de la formación morada, logrando cinco escaños de 54 con el 7,98 % de los votos, lo que lo convirtió en el cuarto partido más votado de España. En octubre de ese mismo año alcanzaba el segundo lugar por número de afiliados, con 200.000, llegando a aparecer en algunas encuestas como el primer partido del país en intención directa de voto.
Con tan prometedor futuro y sus “Joseph Goebbels” moviendo a destajo la máquina mediática de la izquierda, llegaron las elecciones de 2015 y con ella la “Gran Marcha del Cambio” 100.000 “Camisas Negras” dispuestos a creer a pie juntillas cuanto el nuevo mesías, azote de la Casta, les dijera. Tras el y entre otros una desconocida Irene Montero tomó la palabra y cinco años después de aquella foto la pareja, también sentimental, tenía el control absoluto del movimiento. Habían nacido nuestros Ceaucescus Españoles.
Lo demás es historia conocida y no quiero aburrirles con la cronología de una muerte anunciada. Tras la explosión de júbilo por aquellos logros, la terca realidad se abrió camino, las caretas fueron cayendo, una tras otra, y Podemos entro en claro declive, casi a la misma velocidad que sus dirigentes se enriquecían y se codeaban con la Casta, de la que ahora formaban parte indisoluble. De nada sirvió que el comisariado político y su gestapo velaran por el Führer Iglesias, cuya decadencia era evidente. La debacle estaba en marcha el chiringuito hacía agua por todos lados. En sucesivos envites fueron perdiendo uno tras otro sus feudos y credibilidad. La suerte parecía estar echada y en estas reaparece en escena un PSOE comandado por otro narcisista ególatra mentiroso compulsivo que salva a Podemos de la situación, entregándole el gobierno en coalición. Dios los cría y ellos se juntan.
Y como no hay dos sin tres, surgió el Covid19 para dar poder absoluto a la bestia bicefala mas destructiva de nuestra democracia. El siguiente capítulo de esta lúgubre historia puede tristemente escribirse tras el otoño, para entonces las arcas estarán vaciás las promesas rotas, la sociedad enferma y arruinada y el país en lucha con sus micro reinos de taifas, devorando los despojos de lo que una vez fue una gran nación, ahora convertida en mendigo de una Europa que impondrá sus condiciones a la limosna y con ella vendrán los recortes a las pensiones, a los funcionarios a las ayudas sociales, recortes en el gasto público en sanidad, educación, en todos sitios, excepto para la omnipresente Casta de siempre, y vendrán también los impuestos abusivos y desproporcionados… Prefiero no seguir…..
No lo duden, atrincherado y protegido en su “Nido del Aguila” el Hitler Rojo dicta ya consignas y maquina una “solución final” para exterminar al partido socialista, lo que para unos fue la raza para otros es la Casta y su poder absoluto.
Ningún comunista que accedió al poder lo abandonó después por las buenas. Ojalá todo esto quede en una simple apreciación personal y articulo de un blog… los Ceaucescu debieran ser ya, por siempre, cosa del pasado.